Cuando era chica la Navidad era una época mágica y de grande me gusta que siga siéndolo para mi y los chicos. Me emociona que puedan experimentar las sensaciones hermosas que me invadían cada vez que en el aire se empezaba a sentir el olorcito de los jazmines que estaban floreciendo en el parque. Hoy tenemos un modesto patio pero los jazmines siguen presentes.
Si sos como yo -no importa el evento- te encanta planear todo, organizar y decorar (al punto que tu familia te dice “¿no te parece que te estás excediendo?” o “¡mamá, ya estoy grande para la piñata!”).
Por eso después de varios intentos para lograr la mesa perfecta te cuento algunos tips para lograr esa mesa “Pinteresteable” 😉
Paleta de colores: no siempre la navidad es el clásico rojo, blanco y verde, también puede tener otros colores y es importante que elijas esto antes de empezar así te aseguras de seguir el mismo rumbo en todas las elecciones, desde las alzadas hasta los platos, manteles y adornos.
La idea es tener 1 o 2 colores principales y luego algún color secundario complementario. Si tenés una mesa con diseños de patrones, te conviene poner una vajilla tranqui en tonos blancos para que no se haga ruido visual.
Inspirarte: una vez que elijas la temática podés ir a mirar la meca de la inspiración: Pinterest, te armás un board con todas las ideas que te gustan y después le das tu toque original para tu mesa dulce.
Dulces: En el hemisferio sur todavía se conservan costumbres del hemisferio norte, donde Navidad ocurre en pleno invierno (no importa pan dulce, te vamos a seguir comiendo igual porque sos delicioso, te amamos) y las elecciones que hacemos se tienen que llevar bien con la época del año que tenemos acá: pleno verano.
Algunas opciones que se bancan el verano muy bien pueden ser: tarteletas frutales, budines, mini cupcakes, mini donuts, cookies, whoopie pies, cakepops, macarons, barritas de limón, pinchos frutales, carrot cake, brownies y blondies y panqueques.
Mi consejo es elegir entre 3 y 5 variedades de dulces tratando de equilibrar sabores y texturas. Ejemplo: No vayamos todo por chocolate, por más que a nosotras nos encante…vamos a terminar pagándole la universidad al hijo de Don José Hepatalgina.
Por persona adulta calculamos entre 2 o 3 porciones y la mitad para niños.
Golosinas: Hoy en día hay varias tiendas que tienen propuestas súper originales y coloridas de golosinas como los candy canes, los confites por color, los malvaviscos y lentejas de chocolate entre otros que siempre hacen el delirio de los más chiquitos y no nos olvidemos que también están las clásicas garrapiñadas, turrones (si, soy de las 10 personas en el país que AMA el turrón de yema), pasas de uva y todas esas cositas que nos encanta picotear antes de brindar.
Se calculan aproximadamente 100g por persona en total. Si fuera solamente candy bar serían 150g por persona.
Diseñar: súper importante que hagas un planito de cómo se va a ver tu mesa dulce, una vez que sabés la temática y los materiales que vas a usar (y sobre todo tener idea del tamaño que tienen) vas a poder acomodar las cosas sin que se vea una mesa demasiado vacía o por el contrario muy llena. No hace falta diseñar algo muy complejo con lápiz y papel es más que suficiente!
Tratá de jugar con la altura y crear distintos niveles para que cada pieza se destaque eso hace la gran diferencia entre una mesa digna de Pinterest y una mesa dulce chata y aburrida. Asegurate de poner adelante de la mesa los platos bajos para que los invitados tengan fácil acceso a los dulces y en la parte de atrás las alzadas, los frascos con golosinas, cajoncitos y el dispenser de bebidas.
Torta, cupcakes, tartines, cakepops, macarons y jarros con golosinas.
Punto focal: Siempre hay una estrella en la mesa dulce, en los cumpleaños suele ser la torta, pero en nuestro caso (a menos que tengamos una torta navideña) podemos optar por poner el pan dulce, algún arreglo floral o inclusive un arbolito de navidad. Hay varias maneras de colocar tu punto focal en la mesa, existe la regla del triángulo invisible que nos sirve para armonizar y colocar la atención donde queremos en la mesa.
Decorar: para que la mesa dulce además de rica sea vistosa tenemos que pensar en la decoración y ahí pasa lo mismo que con la comida, tenemos que planear bien que vamos a sumar para que no quede abarrotada de cosas y no se luzca. Podemos decorar con pequeños objetos, guirnaldas, flores, luces, pinchos de papel, etc. siempre teniendo en cuenta la paleta de colores y texturas que elegimos en un principio.
Señalar: con cartelitos cada dulce para que los invitados sepan los sabores que están eligiendo, estoy segura que te pasó estar en una fiesta y tener que preguntar “¿y este que tiene?”. Seamos eficientes y pongámosle nombre a todo, además puede ser un elemento decorativo extra. 😉
Y con esto llegamos al final del posteo, espero que lo lleven a la práctica y me cuenten cómo les fué y si tienen fotos ¡mejor!
Un beso!
